Y de repente pienso en ti, cuando mi corazón empezaba a cantar victoria por haber ganado la batalla para olvidarte, justo en ese momento llega un disparo fulminante de melancolía, la herida del adiós volvió a abrirse y la hemorragia del deseo rompió todos los torniquetes que mi sentido común había colocado.
Ahora dime ¿Cómo le explico a mi corazón que esa herida no puede curarse porque yo no quiero cerrarla?, ahora dime ¿Cómo cicatrizar ese sentimiento que me provoca el saber de ti?,
No se como explicarle a mi corazón que yo tuve la culpa por bajar la guardia, no se como explicarle a mi corazón que me deje sobornar por tus palabras y que mis deseos lo traicionaron; que mi sentido común cayó rendido y que no se si pueda sobrevivir otra batalla.
Bandera blanca de paz...te extraño.
lunes, 3 de enero de 2011
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